Yo quería ser princesa, una princesa de cuento de hadas, siempre lo deseé cuando era niña y menos mal que no lo conseguí, porque se acaba de estrenar una película sobre Grace Kelly, "Grace of Monaco" se llama, y por lo visto Grace no fue feliz en Mónaco, ese paísito de opereta lleno de ricos. Ahora parece que no está de moda ser princesa, si ya decía Sabina hace tiempo que las niñas ya no quieren ser princesas, y después de enterarnos de que ni Grace, ni aquella pánfila Diana, ni nuestra Leticia han sido felices con su corona empiezo a pensar que los cuentos de hadas no siempre tienen un final feliz.
Desde luego, si analizo fríamente esos cuentos infantiles de princesas llego a la conclusión de que todas sus protagonistas son unas matadas pusilánimes. Blancanieves sin ir más lejos, es la que peor me cae de todas, una princesita idiota y conformista, una autentica petarda que permite que una madrasta celosa le arrebate el reino y los derechos dinásticos sin decir ni pio, sin rebelarse, sin organizar un gabinete de crisis, ni un ejército con sus leales para neutralizar rápidamente a la que le quiere quitar el puesto. Ojo al dato, la madrastra no conforme con quedarse con todo un reino, va más lejos y envía a la tonta del bote al bosque acompañada de un cazador con el encargo de matarla, pero el hombre se apiada de ella, al verla tan mona y tan lerda le da como pena ¿Y qué hace Blancanieves? pues no hace nada, en lugar de reaccionar y volver al reino para ponerse al frente de su ejército y arrancarle el moño a la madrastra, se va a vivir con siete tíos, enanos por más señas, y se pone a limpiar y a fregotear por la comida, si seguridad social, ni salario mínimo. Seguimos, la tonta -que cada vez lo es más- muerde una manzana que le ofrece una vieja astrosa ¡nadie se come una manzana si control sanitario salvo una mema! el caso es que se queda muerta, los enanos la dejan en el bosque, que no querían líos con la policía ni con la inspección de trabajo, y ahí la dejan crionizada en una urna de cristal, que si no llega a pasar nunca un príncipe en su caballo le dan las uvas a Blancanieves. Y colorín, colorado... pero otra cosa, yo no me fiaría nunca de un tipo que besa muertas.
Confieso que en esta historia de Blancanieves vs Madrastra prefiero a la madrastra, que ésa sí que toma el control desde el minuto cero, conoce perfectamente la maniobra y estrategia política para tomar el poder ¿Qué es mala? pues sí, pero ya lo dijo Mae West: "Cuando somos malas, somos mejores".