El modelo periodístico de PodemosLa Fundación Ciudadanía y Valores ha tenido la buena idea de invitar a unos periodistas de Venezuela para informar de la situación en que se desempeñan los medios de comunicación y los periodistas de aquel país, bajo un régimen que proclama la libertad de expresión y sin embargo la somete en la práctica a numerosos y calculados controles. Tiene extraordinario valor el testimonio sobre aquella realidad, de cuyo deterioro, que conduce a los profesionales de la comunicación a una situación insostenible, continúan llegando inquietantes noticias que identifican a Venezuela como uno de los países en los que la libertad es víctima.
La información aportada por los periodistas venezolanos -Eva Gutiérrez, presentadora de radio y tv, y Eduardo Orozco, veterano informador, fundador de la Ong Expresión Libre, acompañados por Tomás Páez, sociólogo, profesor de la Universidad Central de Caracas- resulta también valiosa por cuanto aquel régimen es el modelo de Podemos, partido cuyos dirigentes han presumido de asesorar a los Gobiernos de Hugo Chávez primero y de Nicolás Maduro después, con los que tienen relaciones preferentes cuyos pormenores se van conociendo aunque aún queda mucho por saber. Entresaco algunos datos significativos del testimonio que ofrecieron:
1) Los periodistas venezolanos no pueden asistir a los debates parlamentarios ni se les facilita conversar con los diputados. Han de limitarse a seguir las sesiones del Congreso en una pantalla de televisión.
2) El Gobierno va comprando medios privados mediante testaferros. Tras su adquisición de El Universal sólo queda uno de los grandes periódicos, El Nacional, no sometido a control directo del Gobierno.
3) El Gobierno maneja quince medios impresos, varias televisiones y una red de 400 emisoras de radio. El resto de los medios actúan en el día a día bajo la presión del control político.
4) Es imposible conocer la identidad de los compradores de los medios, entre ellos los que adquirieron Globovisión, el gran canal de televisión en abierto, que tras pasar a manos gubernamentales después de sufrir la presión oficial ha perdido gran parte de su audiencia.
5) La línea editorial de los medios que aún se mantienen alejados del Gobierno se encuentra mediatizada para evitar el control definitivo. Eso es bien conocido en los ambientes periodísticos y lo dicen los propios responsables de los medios.
6) El Gobierno maneja la compra de papel de impresión por los periódicos, esa vieja estratagema de las dictaduras para penalizar a los diarios críticos.
7) El Gobierno obliga a televisiones y radios a emitir anuncios oficiales y mensaje políticos completamente gratis. A veces son espacios de media hora que los medios no pueden rechazar.
La sociedad, que desconfía de los medios porque en gran parte sabe que están políticamente controlados, se va refugiando en las redes sociales, cuya intervención aún le resulta difícil al Gobierno.
9) Son muy frecuentes las agresiones físicas a periodistas, que algunas ONGs tienen documentadas. En el último año, más de 130. Según la Ong Provea, en el primer cuatrimestre de 1014, se registraron 325 violaciones a la libertad de expresión, de las cuales 67 fueron agresiones, 65 amenazas, 61 intimidaciones, 27 ataques y una muerte.
10) La Ong Expresión Libre realiza en su web un minucioso seguimiento de los atentados y amenazas en aumento a los medios y a los periodistas. En su último informe, se puede leer: "Dos emisoras de radio fueron cerradas y el diario Tal Cual dejó de circular en su versión impresa (diaria) en el recién finalizado mes de febrero de 2015, durante el cual volvieron a arreciar los ataques contra medios nacionales e internacionales y contra periodistas venezolanos y extranjeros en el ejercicio de su labor profesional, algunos de esos ataques dirigidos por el propio presidente de la República, según el registro de la Asociación Civil Expresión Libre".
11) A consecuencia de esta situación que cada día hace más difícil el ejercicio del periodismo y, por lo tanto, la circulación de información veraz, aumenta el éxodo de periodistas a España y a países libres de América.
El deterioro que ha causado el control del Gobierno chavista sobre la información ha hecho descender a Venezuela en los rankings que valoran la salud de la libertad de expresión en el mundo. Venezuela ocupa el lugar 137 entre los 180 países analizados por Reporteros sin Fronteras, después de caer 21 puestos en 2014, calificado por esta organización como "año negro para los medios de comunicación" de allí. Freedom House conceptúa a Venezuela de país "no libre" y lo sitúa en el puesto 171 de 197, y en el penúltimo lugar entre los 35 países americanos, solo por delante de Cuba.
¿Quiere Podemos una libertad de información y de expresión controlada -y en consecuencia devastada- como en Venezuela? Hasta el momento, no ha dicho que sí aunque tampoco que no, pero evitó condenar el régimen de Venezuela en una votación reciente en el Parlamento Europeo y después trató de justificar su decisión con excusas inanes. Además, Pablo Iglesias se ha declarado contrario a la Prensa privada, a la que retrata como el negocio de unos millonarios, maniobra que le permitiría, si en algún momento tuviera poder político, actuar contra ella. Venezuela es su modelo y hasta ahora sólo ha objetado aunque suavemente -"no me gusta", dijo- la detención/secuestro del alcalde de Caracas. Artículo de Justino Sinova en el Mundo.