Lilian Tintori: «El silencio de Podemos los hace cómplices de Maduro»
17.03.16.-
Reconoce que su vida ha cambiado totalmente desde el encarcelamiento de su marido, Leopoldo López, hace ya más de dos años. Se ha convertido en este tiempo en la voz y en el rostro de la lucha mundial por la liberación de los presos políticos venezolanos -«casi un centenar», dice-. Lleva unos días en Madrid para la presentación del libro «Preso pero libre» (Península), que recoge los diarios escritos por López en la cárcel.
—¿Qué significa para usted el libro de Leopoldo López?
—Como él mismo dice, este no es el libro de Leopoldo sino de un venezolano preso: es la cara de todos los venezolanos.
—¿Cuándo lo vio por última vez?
—El viernes lo visité, le dije que estábamos a punto de salir a Madrid para presentar este libro que representa el alma de los presos políticos. Lo encontré fuerte, muy solo, aislado todo el día salvo una hora en un edificio de cuatro pisos. Está constantemente vigilado por cámaras, encerrado en una celda de 2x3 metros. Lo dejan a oscuras diez horas sin papel, ni libros ni bolígrafos.
—¿Cómo pasa esas horas sin luz?
—Pensar, rezar, se queda dormido rezando. Piensa en Venezuela, en cómo va a reconstruir su país. Los militares le quitan los escritos, le roban sus cosas, las fotos de nuestros hijos, ha tenido ya más de veinte requisas violentas. También le han lanzado excrementos y orina: dos años de tortura psicológica. Las condiciones son inhumanas, pero no solo para él. Otros están en la cárcel conocida como «La tumba», con cinco pisos bajo tierra y donde los presos políticos venezolanos están encerrados en condiciones infrahumanas, en celdas reducidas sin ventanas ni baño.
—¿Qué ha sido lo más doloroso para Leopoldo en estos dos años?
—Lo que más le ha dolido es cuando a sus hijos no les dejaron entrar, vio a su hija Manuela, de 6 años, y a Leopoldo, de 3 años, agarrados a la rejas de la prisión, llorando.
—Ayer se reunió con Albert Rivera y visitó el Congreso...
—En estos dos años desde que Leopoldo fue encarcelado hemos venido varias veces a España a contar la realidad venezolana. Siempre nos reunimos con los líderes solidarios, empezando por Rajoy, el primer presidente que nos recibió en el mundo, ante una situacion tan dificil. Luego Felipe González, que forma parte de la defensa, nuestro amigo Pedro Sánchez, y ahora con nuestro amigo Albert Rivera para tratar la ley de amnistía.
—¿Han tenido algún contacto con Podemos?
—Los de Podemos ni nos han respondido. Su silencio es cómplice. Son los únicos que no nos han recibido. Es muy doloroso ver esto. Quien no se manifiesta es cómplice del régimen de Nicolás Maduro. Ojalá lo rechacen y den el paso de recibir a las víctimas y familiares de presos politicos, y que pidan la libertad de Leopoldo López. Pero por el momento nunca nos han contestado.
—Han traído con ustedes la ley de Amnistía, ¿ven posible que pueda llevarse a cabo?
—Creo en esta ley que apoyan 86% de los venezolanos. Está aprobada en primera discusión. Cuento con la promesa de la Mesa de la Unidad (MUD).
—¿Su marido tiene esperanza en ella?
—Leopoldo está aislado desde hace dos años y un mes, pero está conectado con el pueblo venezolano, le escribimos con cada cosa que pasa a pesar de que nos graban y luego lo utilizan para publicarlo en el canal del Estado. Han estado utilizando las imágenes de mis hijos en la televisión sin mi permiso. No se ha desconectado de la realidad venezolana, está más vivo en nuestros corazones y nuestra mente. Ha estudiado mucho y ha leído mucho. A pesar de que le han quitado libros, está haciendo el diplomado de Historia de Venezuela. Ahora es un hombre más profundo, más fuerte, ha aprendido más de su país.
—¿Llegará el libro a Venezuela?
—Ya hay libros en Venezuela, está en Amazon, cualquier persona puede bajarse el libro y leerlo. A él lo pueden meter en una celda muy pequeña, pero nunca van a limitar sus ideas.
—¿Teme que sufra más represalias por el libro? ¿Teme por su vida?
—Sí, toda acción que inspire cambio, libertad, es contestada con represión contra Leopoldo. Temo por su vida. Hace un año hallaron ahorcado a otro preso político, hoy estas situaciones no las controla nadie.
—Su familia está sufriendo también la represión de Maduro...
—No les basta con Leopoldo, también a su familia la han perseguido: a la hermana mayor la han intentado secuestrar, a la mamá de Leopoldo le han imputado un cargo, a mí me siguen motos sin luces, me intervienen los teléfonos, conversaciones, un dron vino a grabar mi intimidad. Mataron a un dirigente de la oposición a mi lado; le cortaron los frenos a la avioneta en la que yo viajaba. Son constantes las agresiones para provocar el terror, quieren que renunciemos a esta lucha y nos vayamos de Venezuela.