HACIA UNA NUEVA EDAD DEL HIELO
28.9.2015
Sabemos la importancia que dio nuestro autor, Carlos Darwin, a la Geología, como determinante de la aparición, o desaparición, de muchas especies, pero tal vez le hubiera resultado interesante conocer la preocupación de algunos científicos, en pleno siglo XXI, ante lo que, presumiblemente, nos lleva hacia una nueva
Glaciación o Edad del Hielo; la intensidad y duración son inciertas, pero parece seguro que el cambio climático tiene unos efectos impredecibles.
Una burbuja de aire frío en el Atlántico Norte preocupa a los científicosEn un año de temperaturas globales muy altas esta excepción puede estar vinculada al debilitamiento de la corriente termohalina de retorno del Atlántico Norte.
Mientras nos encontramos en un año extremadamente cálido, que va camino de récord, una
burbuja muy fría situada en el Atlántico norte, al sur de Groenlandia e Islandia, ocupa y preocupa a los científicos.Los últimos datos de la Agencia Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA) muestran evidencias del calentamiento global. En los primeros ocho meses del año, por ejemplo, la temperatura de la Tierra fue la tercera más alta de la que se tiene constancia en el comparativo histórico, con récords históricos en julio y agosto.
Sin embargo, hay una parte del planeta que está yendo contra la tendencia. Al sur de Groenlandia e Islandia, en pleno Atlántico Norte, la superficie del océano ha sufrido temperaturas muy frías durante los últimos ocho meses. Lo vemos en los mapas de la NOAA, representado en una mancha cuadrada de color azul oscuro, que contrasta con los tonos rojizos del conjunto del globo. En primer lugar, los científicos están de acuerdo en que no se trata de un error puesto que la región está muy bien muestreada, con una alta densidad de boyas.
¿Qué es lo que sucede?Aunque todavía no hay ningún consenso científico sobre el asunto, algunos científicos sospechan que el enfriamiento que se detecta en estos mapas no es casualidad, sino parte de un proceso temido por los investigadores del clima, la desaceleración de la circulación termohalina del océano Atlántico.
En marzo, varios científicos del clima publicaron un artículo en la revista Nature Climate Change que sugiere que la corriente marina gigante conocida como
la circulación meridional de retorno del Atlántico Norte (AMOC) se está debilitando. A veces se confunde con la Corriente del Golfo, pero, de hecho, ésta es sólo una rama sur del conjunto.
La circulación es impulsada por las diferencias en la temperatura y la salinidad del agua de mar. En esencia, el agua salada fría en el Atlántico Norte se hunde porque es más densa, y el agua más caliente de más al sur viaja hacia el norte para tomar su lugar, llevando una enorme energía de calor a lo largo del camino. Pero de darse una gran inyección de frío, el agua dulce podría, teóricamente, prevenir el hundimiento que se produciría y, por lo tanto, debilitar la circulación.
En el artículo de Nature Climate Change, los investigadores sugieren que esta fuente de agua dulce es el derretimiento de
Groenlandia, que ahora está perdiendo más de cien mil millones de toneladas de hielo cada año.
Los científicos tienen una teoría sobre por qué cada lugar del planeta está experimentando temperaturas récord excepción de esta zona cercana a Groenlandia.
Si esto es así, ello no conduciría a nada remotamente parecido a
El día de mañana (que se basaba precisamente en este escenario climático). Pero si la tendencia continúa, podría haber muchas consecuencias, entre ellas el aumento de los mares de la costa este de Estados Unidos y, posiblemente, una diferencia en la temperatura global en el Atlántico Norte y Europa.