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Brotes:
Colombia embarga el tesoro del galeón español San José2.04.19.-

El fallo judicial, divulgado este martes, responde a la apelación formulada por una compañía de Estados Unidos que reclama los derechos sobre el 50% de la carga.

Un tribunal de Barranquilla ordenó el embargo o "secuestro" del tesoro del galeón español 'San José', hundido por corsarios ingleses cerca de Cartagena de Indias en el siglo XVIII.

El fallo judicial, divulgado este martes, responde a la apelación formulada por una compañía de Estados Unidos que reclama los derechos sobre el 50 % de la carga.

El Tribunal Superior de Barranquilla revoca una resolución de octubre de 2017 y mantiene "la medida cautelar de secuestro decretada por providencia del 12 de octubre de 1994".

En su fallo, el tribunal precisa que revoca "el auto de fecha 31 de octubre de 2017 proferido por el Juzgado Tercero Civil del Circuito de Barranquilla dentro del proceso verbal (...) promovido por la sociedad Sea Search Armada (SSA) contra la nación" colombiana.

En dicho auto el juzgado "resolvió levantar la medida cautelar de secuestro dentro del proceso", lo que apeló la empresa cazatesoros estadounidense SSA.

Sea Search Armada reclamó en 1989 "el 100 por ciento de los bienes de valor económico, histórico, cultural o científico que tuvieran la calidad de tesoros para el caso de lo que se encontrara en la plataforma continental" o dentro de las coordenadas que habían quedado consignadas en un informe confidencial de 1982.

Un juez de Barranquilla determinó en 1994 que los tesoros corresponderían en un 50% a Colombia y en otros 50% a la compañía estadounidense.

Sin embargo, el hallazgo del 'San José' fue anunciado el 4 de diciembre de 2015 por el anterior presidente colombiano, Juan Manuel Santos, cuyo gobierno puso en marcha una licitación con empresas extranjeras para extraer el pecio del fondo del mar.

La licitación preveía un porcentaje de la valiosa carga de metales preciosos que llevaba el navío como parte de pago por ese trabajo.

El Gobierno del presidente Iván Duque, sucesor de Santos, ha postergado en varias ocasiones los plazos para la contratación de la empresa que recuperará el galeón, el más reciente de los cuales venció el pasado 10 de marzo.

EL TESORO NO ACABARÁ EN ANTICUARIOS
La vicepresidenta colombiana, Marta Lucía Ramírez, ha asegurado que el Gobierno no permitirá que el tesoro del galeón acabe en anticuarios del mundo.

"Nuestra historia y el legado de nuestros antepasados no terminará convertido en bienes para negociar por anticuarios, coleccionistas ni cazatesoros del mundo entero", afirmó Ramírez en Bogotá.

La vicepresidenta añadió que la Constitución colombiana "impone el compromiso de defender el patrimonio de todos los colombianos y el Gobierno del presidente Iván Duque no ahorrará esfuerzos en esta labor".

Colombia cuenta con una Ley, la 1675 del 30 de julio de 2013, que tiene por objeto "proteger, visibilizar y recuperar el Patrimonio Cultural Sumergido".

Según dicha ley forman parte de ese patrimonio todos los restos que estén en aguas colombianas, incluidas "las especies náufragas constituidas por las naves o artefactos navales y su dotación, sus restos o partes, dotaciones o elementos yacentes dentro de estas, cualquiera que sea su naturaleza o estado, y cualquiera sea la causa de la inmersión, hundimiento o naufragio".

Esa ley recoge sin embargo que "no se considerarán patrimonio cultural sumergido" las "cargas comerciales constituidas por materiales en su estado bruto, cualquiera sea su origen, tales como perlas, corales, piedras preciosas y semipreciosas, arenas y maderas", así como los "bienes muebles seriados que hubiesen tenido valor de cambio o fiscal tales como monedas y lingotes".

Además incluye la posibilidad de hacer una alianza público privada para que una compañía cazatesoros recupere el pecio y obtenga una compensación de "hasta el 50% del valor de los bienes (en este caso, en el galeón) que no constituyan patrimonio cultural de la nación".

LA NAVE CAPITANA DE LA FLOTA DE TIERRA FIRME
El galeón San José era la nave capitana de la Flota de Tierra Firme. El 10 de marzo de 1706 partió junto al Asan Joaquín y otros 10 buques de carga con destino a Cartagena de Indias. Sabiendo de la presencia de buques ingleses hostiles, debido a la Guerra de Sucesión Española, el Rey Felipe V ordenó que se le brindara una fuerte protección formada por 26 navíos.

En el mes de mayo el galeón llega a Cartagena y se dirige a Portobelo para recoger una gran cantidad de oro, plata y otros objetos de sumo valor que provenían del Virreinato del Perú. Sin embargo, la salida del galeón se retrasaría durante dos años. Es en febrero de 1708 cuando el capitán José Fernández de Santillán decide partir con la flota de protección.

El 28 de mayo Santillán, temeroso de perder la ayuda ofrecida por el general francés Abraham Duquesne, decide partir hacia Cartagena acompañado por 16 barcos. Varios espías de los movimientos españoles informan al capitán inglés Charles Wager de la partida del galeón, el cual, con una flota bien armada, se dirige a la ruta por la que el San José debía pasar para llegar a Cartagena de Indias.

La emboscada de Wager tuvo lugar muy cerca de las Islas del Rosario. El navío Kingston, dotado con 60 cañones, abrió fuego contra el San Joaquín, mientras que el Expedition, capitaneado por el propio Wager atacó el San José. El galeón, cargado de oro del virreinato de la Nueva Granada, plata de Perú y piedras preciosas, se fue a pique el 8 de junio de 1708 tras ser alcanzado por cañonazos de corsarios ingleses. De los 600 tripulantes del San José solo sobrevivieron 11.
efe

Brotes:
Galeón San José: Hundido con el oro de la 'Santa Cruzada' y los impuestos del rey2.04.19.-

Según el registro realizado en Portobelo, Panamá, antes de partir a Cartagena, la flota que comandaba el galeón zarpó con un tesoro de 5.623.396 pesos.

"Prozedidos de los trescientos y cincuenta mil ducados de la Avería del Sur que está obligado a pagar el comercio y consulado del Perú se han recaudado cincuentamil pesos en atención a la moratoria por el Virrey del Perú. Por la manera y monta todo el tesoro que vino y se ha agregado a S. M (Su Majestad), de estas consignaciones: un millónquinientos y cincuenta y tresmil seiscientos nueve pesos y reales y medio (...) Porquenta y perteneciente a la bula de la Santa Cruzada se reportan en este galeón ochenta y sietemil ciento y sesenta pesos y cincomil como favor a la partida de este (...) Porquenta se remiten en el galeón dos pozuelos de plata labrada con las piezas siguientes: una lámpara grande que pesa cientocuarentayocho marcos, un pelícano grande, tres pequeños...".

Así es la relación de las únicas cuentas oficiales y documentadas que existen de las riquezas que transportó el galeón San José: la carga del tesoro que se hundió en Cartagena de Indias en 1708 y cuyos restos acaban de ser hallados en aguas colombianas.

El documento transcrito con el que arranca este reportaje lo conforman siete folios de apretada letra a pluma escrita por los funcionarios españoles en Portobelo, Panamá, fechados y firmados el 20 de mayo de 1708. Unas cuartillas cosidas a mano con posteridad y aprobadas con un sello en el que se lee la fecha de 1709, probablemente en Madrid.

El manuscrito original, rescatado por Crónica del Archivo General de Indias gracias a la colaboración de la subdirectora Pilar Lázaro, forma parte de las llamadas Cartas cuentas de oficiales reales de 1559 a 1723, un legajo escurridizo que consta de cinco números y miles de páginas, el último de ellos, el perteneciente a la Caja de Portobelo de 1601 a 1723 donde se hallan los folios que describen lo que debió recoger la flota.

Es la contabilidad pormenorizada que los funcionarios del rey anotaron en el último puerto en el que amarró la Flota de Tierra Firme, que comandaba su nave capitana, el galeón San José, antes de ser atacadas por navíos ingleses cuando se dirigían a Cartagena de Indias.

Su encabezado, "Relación sumario de Real impuesto... y lo que de esto se remite a su Majestad en los galeones de la presente Armada del General Conde de Casa Alegre...", explica los pagos de la "Avería del Sur" -el impuesto de la corona a los comerciantes-, la "Santa Cruzada" -impuesto para la Iglesia-, el "Salario de los Señores del Consejo", "Posadas", "Obras Pías" -aportaciones de particulares para la Iglesia- y los "Bienes de Difuntos" -las herencias con destino a España o recaudadas en caso de no haber descendencia-... Son los pesos y reales de a ocho, además de los objetos como diademas, cálices, lámparas -que describen en sus páginas detallando cada una de sus piezas y peso-, que ocupaban las bodegas de los galeones, la mayoría de estos últimos en concepto de aportaciones a la Iglesia.
Sin embargo, lo que consignan con minuciosidad los funcionarios en Portobelo está todavía lejos del total de riquezas que transportaban. A diferencia de lo que se conoce como el «Registro de Navío», el documento que la Casa de Contratación de Sevilla elaboraba para cada barco de las flotas que partían y llegaban a España y en el que se especifica todo lo que alojaba cada barco en sus bodegas, lo que ha sobrevivido son las cuentas de Portobelo, la relación de impuestos que se habían recaudado para el rey Felipe V, la Iglesia y otros organismos y que debía llevar la flota de regreso a España, pero que no incluye la mayor parte de los bienes de los particulares. El registro del San José se hundió casi con toda probabilidad con él.

Lo que sí se sabe es que las monedas de oro y plata, las joyas y los objetos valiosos se alojaban entre los dos barcos más poderosos de la flota, es decir, en los galeones que custodiaban el convoy: la capitana, el San José hallado ahora según las autoridades colombianas, y la almiranta, el navío gemelo, San Joaquín. Por ley se dividía a partes iguales, aunque la capitana, por ser la que dirigía la Flota de Tierra Firme, siempre cargaba un porcentaje algo mayor. Además de la gobernanta, el tercero de los navíos destinado a la protección del convoy y el única capturado por los ingleses, los mercantes que custodiaban son los que transportaban las mercancías con los bienes del galeón de Manila, procedentes de Filipinas, y las materias primas del Virreinato de Perú, que era prácticamente la extensión de toda Sudámerica entonces, a excepción del Brasil portugués.

TESTIGOS DEL HUNDIMIENTO
La mejor estimación de lo que no puede revelar el documento del Archivo General de Indias es el testimonio de los supervivientes y especialmente del San Joaquín que logró escapar del ataque inglés y consiguió resguardarse en el puerto de Cartagena de Indias. El navío conseguiría regresar a España tras un larguísimo periplo. No salió con destino a La Habana, la primera escala original de la Flota hasta el 17 de septiembre de 1711, en donde tuvo que esperar varios meses más hasta regresar por fin a Sanlúcar en 1712. Para entonces el almirante Villanueva que comandaba el barco había fallecido, no sin antes escribir una carta al rey en el que hizo una estimación de las riquezas que transportaban ambos navíos antes del fatal hundimiento del San José.

Las cuentas  oficiales no incluyen bienes de particulares. En total, el valor de la carga rondaría los 15.000 millones de euros actuales.


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Brotes:
Villanueva, tal y como recoge la investigadora Carla Rahn Philips en su obra The Treasure of the San José (el tesoro del San José), estimó que la plata ascendía a tres millones y el oro a más de cuatro, con la salvedad de que en el caso del oro no estaba seguro, porque reconocía que una gran cantidad era escondido por los particulares en baúles de ropa, escritorios, bolsas que llevaban siempre consigo... En total la cifra podía ascender a 12 millones de pesos (se ha llegado a hablar esta semana de que su equivalencia a moneda actual es de más de 15.000 millones de euros). Por otra parte, tras la batalla, los marineros de la Armada española apresados por los ingleses contaron a sus captores que, según sus impresiones y sumando la plata y el oro, se habían transportado en el San Joaquín entre cuatro y seis millones de pesos y una cantidad ligeramente mayor, entre cinco y siete millones en el San José.

Muchos de los tesoros consistían además en piedras preciosas de las que no hay registro. El propio Villanueva anotó al rey que no tenía constancia de qué había sido de una "de una caja de perlas enviadas del Rio de La Hacha como parte del quinto real que correspondía a la corona". Las perlas habían estado en posesión del conde de Casa Alegre, que las recibió en nombre del rey. Villanueva no pudo aclarar si Casa Alegre había dejado las perlas en Cartagena o si se las había llevado con la flota a Portobelo. De ser así, la caja con las perlas descansaría en el fondo del mar junto al San José y el propio conde. Lo que es incuestionable es que la Flota de Tierra Firme que partió de España en 1706 fue un completo fracaso.

LA PARTE DE LA CORONA
El fabuloso tesoro que se disputan de distinta forma el actual Perú, Colombia y España oculta una realidad que apenas sale a la luz cuando la fascinación por los tesoros hundidos en el mar cautiva la imaginación. Cuando los restos de la azarosa flota llegaron por fin a España resultó que las cuentas del rey habían mermado dramáticamente: apenas recaudaron un millón y medio de pesos, el equivalente a un año, cuando habían transcurrido seis.

Los desastres, las reparaciones de las flotas maltrechas, los salarios, los retrasos y las cuentas pendientes, se llevaron una gran parte antes de llegar a España. Y el Virreinato de Perú gastaba hacia principios del siglo XVIII más de lo que ingresaba. Además de administrar las finanzas de una extensión enorme, Lima había sufrido un terremoto en 1687 que devastó la ciudad.

Las monedas relucen en el fondo pero no brillaron en la superficie. Las imágenes esta semana de cañones y vasijas en el fondo del mar despejan la leyenda de uno de los pecios más buscados por los cazatesoros de todo el mundo y abre una nueva polémica sobre a quién pertenece lo que se pueda recuperar.

BATALLAS LEGALES
Sin que ni una sola pieza de oro o plata haya emergido aún, los gobiernos de tres naciones, además de la empresa Sea Search Armada, que ya dijo haber localizado el pecio hace tres décadas y que litiga con Colombia desde entonces, se han enzarzado en una disputa que amenaza con años de batallas legales, como ya ocurriera con el célebre tesoro de Nuestra Señora de las Mercedes. Colombia esgrime la territorialidad de sus aguas. España, la soberanía sobre lo que considera un buque de Estado, protegido por un convenio de la Unesco, que Colombia no ha suscrito. Y Perú, la procedencia de la plata, que en su mayor parte salió de las minas de Potosí.

En el fondo del mar yacen con el presumible oro y las joyas preciosas los marinos españoles que perecieron defendiendo la nave, y la gloria de un pasado colonial: la grandiosa empresa marítima del Imperio Español que recorría medio mundo basado en el monopolio comercial y la explotación y que se dilapidó con los siglos.

LAS CUENTAS DEL HALLAZGO
Salarios de los Señores del Consejo: 660.955 pesos y 4 reales y medio.
Posadas: 21.433 pesos y 6 reales y medio.
Bienes de Difuntos (las herencias con destino a España o recaudadas en caso de no haber descendencia): 7.773 pesos.
Salarios: 609.759 pesos y 6 reales.
Santa Cruzada (impuesto para la Iglesia): 87.161 pesos y 5 reales.
Audiencia de Quito: 45.073 pesos.Bienes de Difuntos: 5.224 pesos y 3 reales.
Real Casa de Panamá: Planchas de oro.Desconocido: 3.907 y 5 reales y medio.
Obras Pías (aportaciones de particulares para la Iglesia): 320 pesos.
Obras Pías: 60.000 pesos.
Avería del Sur (el impuesto de la corona a los comerciantes): 1.551.609 pesos y 7 reales.Salarios: 653.993 pesos.
Posadas: 21.202 pesos.
Bienes de difuntos: 7.686 pesos.
Desconocido: 207.569 pesos.
Santa Cruzada: 61.122 pesos.
Desconocido: 44.323 pesos.
Bienes de difuntos: 5.170.
Real Casa de Panamá 3.865 pesos.
Convento de Santa Teresa de Ávila: 32.000 pesos.
Real Fisco: 358.000 pesos.
Consulado de Sevilla: 60.000 pesos.
Avería del Sur: 1.115.252 pesos y 6 reales y medio.
JULIO ALARCÓN

Brotes:
Duque: invito a Guaidó a que facilite captura del ELN en territorio venezolano13.05.19.-

ELN están en territorio venezolano. Maduro les ha dado armamento, dinero y apoyo desde hace varios años

Este viernes desde Cartagena, el presidente de Colombia, Iván Duque aseguró que Nicolás Maduro está “propiciando el terrorismo” al apoyar al grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional(ELN) en Venezuela.

Afirmó que “los grandes cabecillas del ELN están en territorio venezolano y que Maduro les ha dado armamento, dinero y apoyo desde hace varios años, y eso, a todas luces, es una violación a la resolución 1373 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”.

Por su parte, el presidente Juan Guaidó anunció que conversó con su homólogo sobre la presencia del grupo guerrillero en territorio venezolano, y emplazó nuevamente a la Fuerza Armada venezolana a que ejerza la soberanía de la Nación.

«Es el momento de que nuestra Fuerza Armada ejerza la soberanía de la Nación y luche contra esta ocupación irregular en nuestro territorio».

Guaidó aseguró que Colombia debe contar con que “Venezuela no será más santuario de terroristas” y que se trabajará para “evitar y detener ataques que han puesto en jaque a la población en ambos países”.
Ya esta misma semana,  el comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, general Luis Fernando Navarro había denunciado que entre el 45 y 47 por ciento del total de guerrilleros del ELN se encuentran operando en Venezuela.

Sacar a Maduro es prioridad para la seguridad de Colombia
Pero no solo han sido estas recientes declaraciones las que marcan las consecuencias negativas que enfrentaría Colombia si Maduro no sale del poder y continúa amparando al terrorismo.

La líder opositora María Corina Machado ha descrito en reiteradas oportunidades al Panam Post que la reacción internacional frente a la crisis que vive Venezuela y las posibilidades de libertad que tiene su país no son solo beneficiosas para el territorio venezolano, sino para lo peligroso que resulta a Colombia tener al lado una tiranía como la chavista.

Precedentes del Gobierno colombiano entrando a Venezuela
Entre tanto, son varios los  informes que se han  presentado sobre elementos del gobierno venezolano que administran y respaldan operaciones de narcotráfico, lavado de dinero, financiamiento al terrorismo, respaldo a los movimientos guerrilleros y de corrupción. Pero vale destacar que también existen precedentes del Gobierno colombiano entrando a Venezuela para capturar a guerrilleros.

Tal fue el caso Rodrigo Granda del 2005. Incidente diplomático sucedido a principios de 2005 entre los gobiernos de Hugo Chávez y el presidente colombiano Álvaro Uribe Vélez por la captura, considerada por las FARC como secuestro, del guerrillero colombo-venezolano Rodrigo Granda Escobar, alias Ricardo Téllez.

Chávez exigió al gobierno colombiano una disculpa, por considerar que el hecho era una «violación de la soberanía venezolana», y acusó a Estados Unidos de intentar dañar las relaciones entre los dos países. El presidente Uribe, se negó a presentar disculpas argumentando que Colombia era el país ofendido, ya que el gobierno de Venezuela «daba refugio a terroristas de las FARC».

Brotes:
El Fiscal general de Colombia renuncia por la decisión de no extraditar un terrorista de las FARC amigo íntimo de Monedero16.05.19.-

El Fiscal General de Colombia Néstor Humberto Martínez renunció por una decisión judicial de no extraditar a EEUU por narcotráfico al exjefe terrorista de las FARC, Jesús Santrich.

"Este desafío al orden jurídico no puede ser refrendado por el suscrito. Mi conciencia y mi devoción por el Estado de derecho me lo impiden, por ello he presentado renuncia irrevocable al cargo de fiscal general de la nación", dijo Néstor Humberto Martínez en una declaración a la prensa. Martínez tomó posesión de su cargo el 1 de agosto de 2016 ante el entonces presidente colombiano, Juan Manuel Santos (2010-2018).

Minutos antes de la renuncia de Martínez la Justicia Especial para la Paz (JEP) denegó la extradición del exlíder terrorista de las FARC Seuxis Paucias Hernández, alias Jesús Santrich, detenido desde el 9 de abril de 2018 tras ser requerido por la Justicia de Estados Unidos por narcotráfico, y pidió a la Fiscalía que lo deje en libertad.

"Progresivamente se consolida en Colombia un estado de cosas antijurídico que conjura contra el Estado de derecho y expone a la sociedad frente al crimen, en medio de las advertencias de la Fiscalía General de la nación", aseguró Martínez. Agregó que la decisión de la JEP, que considera "desafía" la evidencia aportada por EEUU y la propia Fiscalía, "hace trizas la cooperación judicial internacional y desdice de las obligaciones contraídas por Colombia en los tratados internacionales sobre la materia".

Al comentar el caso de Santrich, Martínez manifestó que "en el futuro la reincidencia en el secuestro y la extorsión, entre otros delitos, podrá convivir con los privilegios de la justicia transicional". "En adelante los delitos permanentes de narcotráfico no podrán ser investigados por la justicia ordinaria y se juzgarán por la JEP con un sistema de beneficios, pese a que el colectivo social está amenazado como nunca por el cultivo y tráfico ilícito de drogas", afirmó.

Martínez enfatizó en que las facultades de investigación de la Fiscalía respecto de los crímenes ocurridos durante el conflicto quedaron mutiladas "y se abrió una puerta falsa para restringir la extradición. ¡Todo esto en nombre de la paz!". Igualmente consideró que la decisión de la JEP "confronta abiertamente la Constitución Política y, lo más grave, destruye la muralla que construyó el Acuerdo de Paz entre la reinserción y el narcotráfico, cuya promiscua relación constituye una amenaza para la democracia".

La renuncia de Martínez obligó al presidente colombiano, Iván Duque, a regresar de urgencia a Bogotá desde Medellín, donde estaba en una feria artesanal.

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