12.10.2024.-

La última cesión del PSOE pisotea a las víctimas, humilla a España y antepone a Txapote sobre Miguel Ángel Blanco.

El deseo del Gobierno de liberar o acortar las condenas de casi medio centenar de terroristas es, tal vez, el peaje más repugnante de cuantos Pedro Sánchez paga para comprarse la Presidencia, pues así es como hay que calificar el obsceno cambalache asumido para lograr su investidura.

Tras poner en jaque la Constitución, deteriorar la separación de poderes, degradar el Código Penal, romper el consenso nacional por la reconciliación y apostar por el enfrentamiento civil, ahora consagra la impunidad de ETA con una trampa destinada, en exclusiva, a pagar el «impuesto revolucionario» girado por Arnaldo Otegi, que de no ser atendido hubiera frustrado su llegada a La Moncloa.

Todos esos salvajes, autores de algunos de los crímenes más abyectos de la historia reciente de España, están a punto de beneficiarse de una reducción de condenas conjuntas de hasta 380 años, gracias a esa trampa ideada por el PSOE y Sumar para atender las exigencias de Bildu.

Perder demasiado tiempo en criticar el formidable error del PP y de VOX por apoyar sin querer esa reforma, por el que se han disculpado y prometido intentar revertirlo, no debe desviar la atención de lo sustantivo del asunto.

Que es la rendición de Sánchez ante ETA, la traición de la memoria de sus víctimas, el blanqueamiento de sus socios políticos y la entrega de la gobernación de España a quienes siguen sin renegar ni condenar el terrorismo.

Porque esta insoportable sumisión no sólo ofende los sentimientos más profundos de la sociedad española, sino que además simboliza la terrible alianza estable que el PSOE ha trabado con Bildu para intercambiar la supervivencia de Sánchez con el cumplimiento de todos los objetivos que tuvo ETA y nunca pudo lograr.

La cadena de cesiones y cambalaches incluye la coautoría de las leyes de Memoria Democrática y de Seguridad Ciudadana, la progresiva inmersión abertzale de Navarra, la tolerancia a los actos de exaltación de terroristas y, ahora, su liberación, iniciada con los traslados irregulares a cárceles vascas y coronadas ahora con esta deleznable reforma.

Txapote, símbolo del horror, va a salir de la cárcel, si nadie en el PSOE recula en esta infamia, antes de que el Gobierno atienda el requerimiento cursado por el Parlamento Europeo en 2022: considerar las matanzas de ETA como crímenes de lesa humanidad y exigir el esclarecimiento de los casi 400 asesinatos que aún no tienen respuesta.

Para Sánchez, tristemente, es más prioritario auxiliar al verdugo de Miguel Ángel Blanco, Fernando Buesa, Gregorio Ordóñez y tantos otros que atender la deuda que España tiene con sus víctimas.

09.10.2024.-

Mientras el PP se distrae haciendo propuestas más socialistas que las de los socialistas mismos, Pedro Sánchez le hacía un caño a Feijóo colándole la liberación de una cuerda de presos etarras condenados por delitos gravísimos. No choca que, entre ellos, esté Txapote, que, de ser liberado, podrá cumplir el mandato popular de votar a su benefactor.

 La conclusión inmediata es que los del PP, en especial los diputados, senadores y sus muchos asesores, son idiotas. Es una conclusión fácil porque la ausencia de vida inteligente en Génova es un clásico de nuestra política. Ya logró el PSOE sacar adelante, en la legislatura pasada, la contrarreforma laboral gracias al voto del avispado exalcalde de Trujillo, que, además de diputado, estaba investigado por un delito cometido en el desempeño de su cargo.

Da toda la impresión de que el cociente intelectual medio no ha mejorado desde entonces a pesar de la renovación emprendida.

Pero, si se piensa, es imposible. Cabe que, en la ponencia, nadie del PP fuera demasiado sagaz. Y tal vez, entre los asesores, los encargados del asunto no fueran los más brillantes. Pero son demasiados diputados y senadores, amén del centenar largo de asesores. A poco que todos hubieran hecho una miaja de su trabajo, aun con capacidades limitadas, alguno tendría que haberse dado cuenta de lo que estaba ocurriendo. Son muy lerdos, incluso los que hablan en público, pero ¿tanto? Y ¿tantos?

El problema en realidad es otro, mucho más grave. Si al PSOE le ha gustado siempre utilizar el poder para colocar a cuánto más militante leal, mejor, con independencia de sus capacidades y aptitudes, en el PP se atiende menos a la comunidad ideológica y más al parentesco.

Desde los tiempos de Aznar, allí se colocan, no a los más competentes, como debería ser; no a los más leales, como hace el PSOE, sino a los más próximos. Eso hace imposible que, aunque se cuele mucho inútil y bastantes cretinos, no haya alguien de valía, pues no van a ser todos los amigos y familiares tontos de capirote. Y por tanto es igualmente imposible que, a poco que todos ellos trabajen alguna hora a la semana, nadie se diera cuenta de lo que estaba ocurriendo.

 Y entonces es cuando se llega al núcleo de la cuestión. Estando diputados, senadores y asesores todos enchufados, con independencia de lo espabilados que sean, que no lo son mucho, y más allá de la vocación de haraganes que tengan, que es grande, lo crucial es que, como buenos recomendados que son, no están allí para trabajar. Y mucho menos para leerse los áridos boletines de las Cortes.

El enchufe sólo es enchufe si permite sestear, vaguear y holgazanear. A lo más, están dispuestos a emplear alguna hora al día a las redes sociales para dar rienda suelta a su limitado ingenio. Si tuvieran que ganarse el sueldo, ¿dónde estaría la gracia? Tontos y gandules son, pero no por casualidad, sino por enchufados. Y por estar todos enchufados, pasa lo que pasa, que Txapote, a la calle con los votos del PP. Bravo, Feijóo. Esto no lo mejora ni Casado.
Emilio Campmani

                                                                     

13.09.2024.-

Selim Mogouchkov tiene 17 años. Es el hermano pequeño de Mohammed Mogouchkov, un islamista ingush que, el año pasado, exactamente el 13 de octubre de 2023, apuñaló a Dominique Bernard, profesor de literatura, en su antiguo instituto. Es un reportaje muy interesante que publicó Le Figaro sobre él.

Sin embargo, la familia de Mohammed Mogouchkov, tres de cuyos miembros (entre ellos Sélim) fueron acusados ​​tras este ataque, no era desconocida para la justicia. Iakoub Mogushkov, el padre de familia, luchó contra los rusos y luego fue expulsado porque las autoridades rusas sospechaban que estaba planeando un ataque. Después de cruzar Europa, después de pasar por Polonia y luego por Bélgica, los Mogouchkov finalmente se establecieron en Francia en 2008.

El padre fue inmediatamente internado en S. por el gabinete de Manuel Valls, entonces ministro del Interior, debería haber sido expulsado en 2014. Pero Francia es una buena chica: si los Mogushkov permanecen bajo el OQTF durante quince años, nunca serán expulsados. Una situación que el hijo, ante el psiquiatra de la prisión, admite no encontrar muy coherente. Sólo podemos estar de acuerdo con él.

“Habríamos tenido que despedir a toda la familia”

Es más, lo que llama la atención en el discurso de este joven, en el que la psiquiatra dice no ver "ningún intento de manipulación", es la coherencia con la que dice que su familia, muy piadosa, no tenía "nada que hacer en Francia". "
 “Ovejas con ovejas, vacas con vacas”, resume con un agudo sentido de la metáfora, aunque no sepamos, en esta historia, quién es la vaca y quién la oveja. “La prefectura hizo el trabajo a medias […] Se debería haber despedido a toda la familia. » Eso es hablar.

Cuando Sélim detalla su forma de ver a Francia, lo hace con la hostilidad que siente un musulmán hacia un país demasiado laico, pero sin odio. No estrechó la mano del terapeuta porque no estaba en su cultura, reconoció que los musulmanes tenían que "distinguirse" en un país donde no eran bienvenidos y llegó a esta conclusión desarmadora: "Prefiero ser deportado a mi país [ …] Nos sentimos mejor entre nosotros, así que ahí. »

Pocas personas se atreven aún a preguntarse si la mayoría de los indígenas de un mismo país se sienten mejor entre ellos. Esta es una pregunta que debemos tener cuidado de no hacer.

 Sin embargo, la sinceridad de este joven, que inicialmente podemos considerar bienvenida, plantea una serie de interrogantes sobre la capacidad de ciertos grupos de población para integrarse en países con los que no comparten ni religión, ni valores, ni cultura, ni historia, ni educación, ni códigos. Y tiene que ser el hermano pequeño de un terrorista, encarcelado porque se sospecha que ha sido su cómplice, quien lo dice, para que estas preguntas se hagan en un diario de renombre. Pero finalmente, tal vez esto sea un comienzo.
Arnaud Florac. @arnaud_florac

Visto desde Bruselas. La UE se ha movido hacia la derecha y los conservadores europeos serán decisivos en los próximos cinco años.
09.09.2024.-

La UE se está moviendo hacia la derecha. La reelección de Ursula von der Leyen como jefa de la Comisión de la UE podría dar la impresión de que nada ha cambiado desde las elecciones europeas. En realidad, el eje político de Europa se ha desplazado hacia la derecha y el excelente resultado obtenido por la IED ha contribuido en gran medida a definir este giro. En Europa no hay "mayoría" ni "oposición" como ocurre en los parlamentos nacionales. Las mayorías necesarias para aprobar actos legislativos se forman de manera flexible en función de los diferentes intereses nacionales. Las convergencias varían según el contenido de las distintas disposiciones y, a menudo, las posiciones reflejan más las sensibilidades vinculadas a las especificidades de un sector, o de una zona geográfica, que la división entre derecha e izquierda.

La UE y los nuevos equilibrios
Las elecciones europeas, de las que depende la composición del Parlamento, se celebran cada cinco años, mientras que las elecciones nacionales, de las que depende la composición del Consejo Europeo y del Consejo de la UE, se celebran en momentos diferentes. Las alianzas varían a lo largo de los 5 años y por ello es imposible tener mayorías fijas.

Veamos, aunque sea brevemente, cómo funciona la Unión Europea. El proceso legislativo y de toma de decisiones se basa en el llamado triángulo institucional compuesto por la Comisión, el Consejo y el Parlamento. Casi todas las iniciativas legislativas requieren una propuesta de la Comisión Europea, y casi todas las propuestas de la Comisión deben ser adoptadas conjuntamente por el Consejo y el Parlamento Europeo. Encima está el Consejo Europeo, donde se reúnen los jefes de Estado o de Gobierno. Esta es la institución que define las prioridades y direcciones políticas generales de la Unión Europea. Actualmente, de los 27 Estados miembros, 14 líderes son claramente de centro-derecha (11 del PPE, 2 del ECR y 1 Patriot), mientras que los socialistas y los liberales sólo pueden contar con 4 líderes cada uno. Los cinco jefes de gobierno restantes son identificados como "independientes". Entre ellos se encuentra el nuevo primer ministro holandés apoyado por un gobierno de centro derecha.

El Consejo Europeo también tiene mayoría de centroderecha

La afiliación política de los jefes de gobierno sigue la composición del Consejo de la UE, donde se sientan los ministros que representan a los 27 gobiernos nacionales. Por lo tanto, el actual Consejo de la UE también tiene una orientación mayoritaria de centro-derecha. Hay que subrayar, sin embargo, que los gobiernos cuentan con el apoyo de coaliciones formadas por más de un partido político, que a su vez pertenecen a diferentes familias políticas a escala europea (en el caso italiano la IED forma parte del ECR, FI del PPE y la Liga de Patriotas), y que una mayoría numérica simple no es suficiente. De hecho, el 80% de las decisiones tomadas por el Consejo requieren una mayoría cualificada. Esto último se consigue con el voto a favor del 55% de los Estados miembros que representen al menos el 65% de la población de la UE.

Una Comisión que será diferente a las anteriores

Una mayoría de estados con gobiernos de centroderecha también significa que la futura Comisión tendrá una orientación diferente a la formada en 2019. La Comisión funciona según el principio de colegialidad y cada estado designa a su propio comisario. Las decisiones las toma colectivamente el colegio de comisarios. Los 27 comisionados tienen el mismo peso en el proceso de toma de decisiones y son igualmente responsables de las decisiones tomadas. El colegio también puede tomar decisiones mediante votación. En este caso, para que se adopte la decisión se necesita la mayoría de los miembros del colegio, es decir, 14 sobre 27.

La izquierda ya es minoría en Bruselas
Que se produzca un giro real hacia la derecha en el Consejo dependerá más de las próximas elecciones en Alemania, Francia o España (dado el peso de sus respectivas poblaciones) y del Parlamento Europeo, donde ya es posible colocar a la izquierda en la minoría. Para comprender el verdadero equilibrio de poder debemos observar las comisiones parlamentarias recién formadas. Tomemos, por ejemplo, la Comisión de Medio Ambiente (ENVI) y la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior (LIBE), que estuvieron en el centro del conflicto político en la última legislatura. LIBE tiene 75 diputados. La suma de los partidos de izquierda, incluidos los liberales, se queda en 33, mientras que la de centroderecha llega a 40. En total, la ENVI tiene 90 diputados. La suma del centro izquierda, incluidos los liberales, se detiene en 40 mientras que el PPE, ECR y Patriots juntos llegan a 45 (y quedan fuera 3 diputados soberanistas). Lo mismo ocurre en casi todas las otras 20 comisiones parlamentarias, incluidas las que se ocupan de Agricultura y Comercio.

La geografía política de Europa ha cambiado

Evidentemente no es nada fácil unir a todos los diferentes grupos de centroderecha. Pero los números nos dicen que la izquierda (siempre que también esté unida) no tiene mayoría. Además, el análisis de la composición del Grupo Liberal indica que, de un total de 77 diputados, al menos 22 se acercan más a las posiciones del PPE y ECR. Esto significa que en el nuevo Parlamento Europeo, al menos cuando se trata de votaciones clave sobre las propuestas políticamente más divisivas, el campo de centroderecha puede prevalecer. Si a esto le sumamos la orientación política predominante en el Consejo y la Comisión, podemos decir que toda la UE se ha movido hacia la derecha.

EPI y ECR esenciales para el futuro

Pero más allá de las cifras, habrá dos elementos decisivos para lograr este cambio. El PPE, es decir la mayor fuerza política, tendrá que decidir si sigue traicionando a sus votantes y sus valores para llegar a un acuerdo con socialistas y verdes, o si forma la mayoría alternativa. Los conservadores europeos de ECR serán cruciales porque son el puente natural entre el PPE, los liberales y las fuerzas situadas a su derecha, los patriotas y los soberanistas. Aparte de estar aislados en Europa. Italia y el partido liderado por Giorgia Meloni serán cada vez más decisivos.
Andrea Guglielmi