Diferencias con elecciones anteriores
A nuestro juicio, el régimen ha avanzado en la concreción de su proyecto
totalitario, pero sus fortalezas han disminuido. En la realidad política y electoral se han
producido importantes cambios, entre los cuales, destacamos los siguientes:
1. La mayoría de los venezolanos han ido adquiriendo conciencia plena del
carácter dictatorial del régimen y de sus propósitos. Lamentablemente, esta
realidad aún no ha sido asumida plenamente por buena parte de la dirigencia
política opositora, ni siquiera retóricamente.
2. Vivimos una crisis económica, sin precedentes, con niveles de
desabastecimiento e inflación nunca vistos y en aumento.
3. La oposición, a diferencia de lo que ocurría antes de las elecciones
presidenciales de 2013, cuestiona abiertamente al Consejo Nacional Electoral
(CNE) y denuncia el ventajismo, el abuso de poder, las irregularidades
electorales, la parcialidad del árbitro, la falta de observación internacional y de
trasparencia. No obstante, los venezolanos, en un altísimo porcentaje, hemos
decidido votar. Diría apostar a una salida pacífica del régimen.
4. La opinión negativa sobre el gobierno y sus políticas, así como la popularidad
del presidente y la intención del voto a su favor, se encuentran en mínimos
históricos. Con la oposición ocurre lo contrario. Por supuesto, esta situación se
han ido transformando en obstáculo insalvable para el éxito electoral
gubernamental.
5. Se debilita la política populista por la disminución de recursos financieros, el
incumplimiento de viejas promesas y el desgaste natural, después de más de tres
lustros en el poder.
6. Fracasa la recurrencia a posturas nacionalistas y patrioteras en nuestra política
exterior (Guyana y Colombia) y de fronteras.
7. Cambios geopolíticos en el Caribe derivados de los acuerdos para la
normalización de las relaciones entre los Estados Unidos y Cuba.
8. Disminución del respaldo internacional hacía el régimen y una opinión pública
externa, cada vez más desfavorable.
EscenariosConsiderando los cambios en marcha, la realidad cambiante, nuestros principales
escenarios ante las elecciones parlamentarias 2015 son:
1)
La suspensión o retraso de las eleccionesAunque ya ha ocurrido antes, en 2000 con la “mega elección” suspendida por
razones técnicas o en 2014, con la de concejales celebradas seis años después de lo
previsto, por razones de otra índole; las parlamentarias de 2015, si bien se anunciaron
tardíamente, al convocarse seguidamente, las probabilidades de este escenario se han
reducido sensiblemente.
Para el momento de la suspensión de las elecciones señaladas, los sondeos de
opinión favorecían al régimen y en cuanto al referendo revocatorio de 2004 retrasado
hasta que fuera oportuno celebrarlo, constituía una experiencia inédita. Hoy, al ser los
estudios de opinión favorables a la oposición, no realizar las elecciones programadas
se entendería como una burda maniobra para impedir la derrota. El desconocimiento
de la voluntad popular, en violación flagrante de la Constitución, sería rechazada,
unitariamente, por los venezolanos, la opinión pública global y probablemente, por
variadas organizaciones internacionales. El carácter dictatorial del régimen se haría
más evidente y la calle volvería a tomar fuerza como único escenario cívico para
expresar el rechazo al régimen. Asimismo, se incrementarían las posibilidades de una
intervención militar abierta.
2)
El CNE anuncia la victoria oficialEste escenario, mucho más probable que el anterior, tendría las mismas
consecuencias, en menor grado. Sin embargo, pudiera ocurrir que la oposición o más
probable, parte de ella, se abstenga de denunciar el fraude perpetrado y reconozca la
victoria oficial. En esa circunstancia, la Venezuela democrática, antes que cambiar su
opinión, consideraría colaboracionista a los sectores opositores que contribuyan al
desconocimiento de la voluntad popular.
Esta situación es gravísima para las pretensiones de legitimación democrática del régimen. Ciertamente, para alcanzar ese objetivo, es necesario ganar las elecciones, pero es aún más importante que la mayoría crea que así ocurrió.